Tradicionalmente se ha utilizado la palabra epicondilitis para referirse al dolor producido en la zona del epicondilo del codo (parte lateral del codo). Pero en los últimos años ha ocurrido un cambio en el paradigma anatomopatológico en las llamadas entesitis dentro de las cuales se incluye la epicondilopatia. Hasta hace poco tiempo se pensaba que lo que ocurría en estas patologías era una inflamación sostenida en el tiempo pero en la actualidad y tras muchos estudios histopatológicos se puede afirmar que la inflamación no es el proceso relevante y que lo que ocurre en estas patologías es más propio de un proceso degenerativo. Es por ello que el término más correcto para referirse a esta patología sería epicondilopatía. También es conocida comúnmente como codo de tenista.
Normalmente surge debido a un estrés repetitivo de los músculos que se integran en un tendón en el epicondilo lateral del codo aunque también ocurre más raramente debido a traumatismos.
ANATOMÍA / BIOMECÁNICA
Se denomina codo a la articulación entre el humero y el cubito y radio. La epicondilopatía se produce en un tendón que une los músculos extensores de dedos y muñeca con la zona final y lateral del humero.
DIAGNÓSTICO DE LA EPICONDILITIS (CODO DE TENISTA)
Lo más importante es la clínica del paciente, en esta patología aparece dolor en la parte externa del codo al solicitar los músculos extensores y en ocasiones el paciente refiere pérdida de fuerza en acciones que solicitan a esa mano. La palpación directa de la inserción del tendón en el epicondilo es dolorosa. Las indicaciones más típicas del paciente son dolor al servir agua de una jarra, al dar la mano o al abrir la puerta de casa.
La prueba médica más indicada es la ecografía aunque, en ocasiones, también se puede mandar resonancia magnética.
TRATAMIENTO DE LA EPICONDILITIS (CODO DE TENISTA)
En cuanto al tratamiento fisioterapéutico de la epicondilitis, este resulta de gran importancia para la recuperación del paciente. Fundamentalmente, se basa en flexibilizar los músculos extensores a través de multitud de técnicas para, posteriormente y si fuese necesario, tratar de manera aislada el tendón. También es fundamental reestablecer la fuerza y funcionalidad de los músculos y estructuras implicadas en el proceso. En muchas ocasiones, es vital el trabajo de toda la cadena así es que no es de extrañar que el fisioterapeuta trabaje cuello, brazo, antebrazo y muñeca. En ocasiones, el uso de ortesis puede ayudar durante el proceso.
En los casos más extremos y reticentes al tratamiento, existen otras alternativas, como la infiltración o la cirugía de codo, en este caso, se realizará una artroscopia de codo, se trata de una cirugía mínimamente invasiva en la articulación del paciente. En cualquiera de los casos es recomendable continuar con un proceso de rehabilitación y plan de prevención para evitar recidivas.